La Declaración de Salamanca es el documento que dio origen a la Asociación para la Reforma de las Pensiones (ARP). Este es su texto íntegro:
sobre la necesidad urgente de reformar
el sistema de pensiones de jubilación
1 que los sistemas universales de pensiones para la jubilación constituyen una conquista irrenunciable de las sociedades avanzadas.
1 que es necesaria y urgente una reforma profunda del sistema de pensiones de jubilación.
2 que la mencionada reforma debe orientarse a alcanzar cotas mucho más altas de seguridad y libertad para los trabajadores y para los pensionistas.
3 que para ello es imprescindible pasar del injusto sistema “de reparto” a un sistema de capitalización personalizada en el que los aportes de cada trabajador generen para ese mismo trabajador derechos directos, y sean acumulados, guardados y capitalizados para atender su futura pensión.
4 que para evitar la exclusión social, el Estado debe cotizar por las personas que temporal o permanentemente no lo puedan hacer, con cargo a un fondo de solidaridad nutrido con un porcentaje de las aportaciones de los demás trabajadores.
5 que los trabajadores deben tener libertad para aportar de más al sistema y mejorar así su futura pensión, y también para establecer su edad de jubilación de forma flexible dentro de unos márgenes generales; y que los fondos aportados por cada trabajador deben ser rescatables en casos de la máxima gravedad, y heredables en caso de fallecimiento.
Y por todo ello, denuncian el Pacto de Toledo e instan al Gobierno, a los partidos políticos y a los agentes sociales a trabajar por la sustitución del actual sistema de pensiones de jubilación por otro de capitalización personalizada que garantice los objetivos de la presente Declaración; y llaman a la ciudadanía a sumarse a la misma y exigir la reforma propuesta.